TRADUCTOR-TRANSLATE

ASCENDIENDO CONTEMPLAMOS, MURIENDO ENTRAMOS, José (Administrador)




Deuteronomio 3: 27

Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán.



Hasta que no ascendemos a la cumbre del Pisga no podemos contemplar la Tierra Prometida. Moisés (tu carne, tu alma) debe morir para que Josué-Yahshua (tu espíritu) pueda entrar.


Mientras ascendemos allá algunos atisbos del hermoso panorama se nos presentan ante la vista y, ya en la cumbre la delectación al contemplar la Tierra Prometida y el descanso es sublime.


Pero aún en la cumbre solo se trata de contemplar sin poseer. Eso no es cruzar el Jordán y entrar. Solo es oler los aromas de la leche y de la miel, y quedarse con la boca aguada, pero con las ganas de gustar, por miedo a morir entregando el hombre viejo.


Es sólo cuando morimos y somos sepultados allá arriba en esa cumbre espiritual, el equivalente a las piedras sepultadas en el Jordán, que podemos entrar.


Moraleja: Si quieres entrar a la vida victoriosa o abundante, al shalom de Dios, a tu Tierra Prometida, al Lugar Santísimo, a Tabernáculos, ..., deja de luchar contra Dios. No te conformes con el informe positivo de los espías que ya entraron; sino ¡ríndete, muere, cruza tu Jordán y entra tú también!


JOSÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.